Tus hábitos de belleza pueden enriquecerse si sabemos ciertas claves. Vamos a ver lo que se debe y lo que no se debe hacer en tus rutinas diarias.
Sí se debe hacer: limpiar la cara por la mañana y por la noche
Este hábito es fundamental para tener una piel saludable. No hace falta que te hayas maquillado. Debes darte con un limpiador por la mañana y por la noche. No olvides que sea específico para tu piel.
Fallo: utilizar agua caliente
Para la cara, te aconsejamos utilizar agua templada. El agua caliente puede variar las cualidades de nuestra piel y te puede provocar flacidez.
Sí se debe hacer: realiza tu rutina de belleza con gestos suaves
Al maquillarnos, al quitarnos el maquillaje, al ponernos cualquier crema, al lavarnos la cara… hazlo con gestos suaves. Si lo realizamos con gestos más intensos, nuestra piel se verá dañada. No frotes.
Fallo: utilizar tratamientos muy abrasivos continuos
La exfoliación es muy buena para renovar la piel, al igual que ciertos tratamientos, con ácidos, que sirven para darte luminosidad, pero hacerlo demasiadas veces seguidas, sin leer bien las instrucciones del producto, puede provocar irritación y tu piel puede verse perjudicada.
Sí se debe hacer: echarte tónico e hidratante después de la limpieza
Si después de limpiarnos la cara, nos echamos tónico, este ayudará a quitar por completo cualquier resto que haya quedado, además de prepararnos la piel para hidratarla. La crema hidratante debe ser específica para tu piel.
Fallo: no darte un masaje
Los hábitos de belleza pueden ser muy relajantes. Podemos sacarles partido, si aprovechamos para darnos un masaje. Utiliza la yema de los dedos para hacer un movimiento en forma de círculo, hacia fuera y hacia arriba. Así, estimulamos la circulación de la sangre y nos relajamos un poquito.