El acné es una enfermedad que se caracteriza por la aparición de lesiones en la piel como consecuencia de una foliculitis, una inflamación y posterior infección del poro folicular. Su formación depende de las hormonas llamadas andrógenos, de factores genéticos o de ciertas bacterias que lo pueden provocar. Estos factores estimulan la producción de grasa, obstruyendo los poros y desarrolla la actividad de bacterias comunes en la piel, formando espinillas, granos o puntos negros.
Acné y pieles grasas
Causas
Se presenta normalmente en la adolescencia, afectando a un 70% de este grupo, debido a una interacción entre hormonas, sebo y bacterias que viven sobre la piel o dentro de ella. A menudo, el sebo seco, la piel descamada y las bacterias se acumulan en los poros de la piel formando un comedon, que impide que el sebo fluya desde los folículos pilosos atravesando los poros. Si el bloqueo es completo aparecen puntos blancos, a diferencia de si es incompleto se formaran puntos negros.
Tratamiento para el acné
Para solucionar el problema del acné contamos con tratamientos muy eficaces y que nos permiten combinarlos entre sí para obtener los mejores resultados en todos los casos.
Los tratamientos para el acné que dan éxitos suelen mejorar entre la primera y segunda semana, de esta manera el acné disminuirá generalmente por unos 3 o 4 meses. Luego, la mejora empezará a quedarnos de manera permanente. Como venimos realizando, una mezcla de tratamientos puede disminuir notablemente la cantidad y gravedad del acné en muchos casos.
Peeling
Uno de los tratamientos que realizamos en nuestro centro es la realización de exfoliantes químicos o peeling (estacionales) muy específicos dependiendo del caso concreto de cada persona y de la época del año.
Con unas cuantas sesiones la piel se regenera y las pequeñas imperfecciones mejoran notablemente.
Peeling ácido Salicilíco
El ácido salicilíco es el peeling más eficaz para aportar luminosidad a las pieles grasas y por supuesto mejorar el aspecto hiperqueratinizado. Siendo uno de los más usados hoy en día por los dermatólogos, ya que al ser liposoluble, se mezcla con el material sebáceo estancado en los folículos, provocando de esta manera la exfoliación desde el interior del poro a la superficie de la dermis. Siendo el tratamiento perfecto para luchar contra los puntos negros, acné, poros obstruidos, impurezas y textura irregular de la dermis.
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